Los condimentos son sustancias que se añaden a los alimentos para modificar o realzar su sabor, aroma y en algunos casos, color. Pueden ser de origen natural (especias, hierbas, etc.) o preparados (salsas, aderezos). Su función principal es mejorar la experiencia culinaria, estimulando los sentidos y el apetito.
Función de los condimentos:
Realzar el sabor: Los condimentos ayudan a potenciar el sabor natural de los alimentos, haciéndolos más atractivos y agradables al paladar.
Agregar aroma: Muchos condimentos tienen un aroma distintivo que contribuye a la experiencia sensorial de la comida.
Cambiar el color: Algunos condimentos, como el azafrán, pueden añadir color a los alimentos.
Preservar alimentos: La sal, por ejemplo, se ha utilizado históricamente para preservar alimentos por su capacidad de inhibir el crecimiento de bacterias y hongos.
Estimular la digestión: Algunas especias, como el jengibre o el comino, tienen propiedades digestivas que pueden ayudar a aliviar la indigestión y facilitar la absorción de nutrientes.
En resumen, los condimentos son una herramienta esencial en la